Tal vez nunca te lo hayas preguntado, pero si el famoso pegamento que puede con todo pega cualquier material, como se nos quiere hacer creer, ¿por qué no se pega a las paredes del recipiente que lo contiene? Algo similar ocurre con el ácido holístico, los bidones en los que se vende son de aluminio irisado, el único compuesto que resiste indemne al contacto con el ácido. La materia orgánica se descompone principalmente en dióxido de carbono y agua. Los metales se licuan sin necesidad de altas temperaturas, tan solo el material hecho de aluminio con algo de iridio en su composición resiste a la acción del ácido. ¿Por qué no se descompone? Nadie lo sabe con seguridad, pero los más eminentes investigadores apuntan a razones tan inverosímiles que ni ellos mismos se las creen del todo.
El hecho de que el aluminio irisado no se vea afectado por el ácido holístico ha dado lugar a un intenso debate en el seno de la comunidad científica. Si hay un compuesto inmune al ácido, no debería llamarse holístico si no cuasi-holístico. De hecho en la prestigiosa Universidad de Berkeley ya se le conoce como AHA, por sus siglas en inglés Almost-Holistic Acid.
Como ya sucedió con el velcro o la cocaína, la primera aplicación del AHA fue militar. Si se enquistaba una intervención armada en Oriente Medio el único remedio no atómico, y por consiguiente aceptable para cumplir con los tratados internacionales, consistía en inundar el país con AHA gracias a una flota de aviones construidos con fuselaje de aluminio irisado. En un visto y no visto ni rastro del enemigo. El terreno yermo y vacío estaba listo para ser repartido en la conferencia de paz subsiguiente.
Todo marchaba bien hasta que la insidiosa y desalmada Google Corporation proveyó indumentarias antiAHA a los malvados ejércitos enemigos. El ácido holístico quedo relegado entonces a producto de limpieza. “Conservar en lugar fresco y seco alejado de fuertes olores. Mantener fuera del alcance de los niños. Ese producto es tóxico y corrosivo. No ingerir ni manipular sin la protección adecuada.”
Google Corporation no deja de sacar al mercado constantemente nuevos inventos y aplicaciones que generan beneficios tales que las acciones de la compañía llegaron a cotizarse a cientos de miles de dólares cada una antes de que los multimillonarios se quedaran con todas y la empresa saliera del parqué. El chisme más útil puesto a la venta, o por lo menos el que ha generado más beneficios, es el comparador de gustos y preferencias, llamado por todos simplemente ‘comparador’. El ingenio consiste en un reloj digital de pulsera que se vende en cientos de modelos diferentes. Además de las funciones de reloj, calendario, cronómetro, temporizador, barómetro, higrómetro, GPS, termómetro, tensiómetro y medidor de la frecuencia cardíaca, el comparador hace honor a su nombre comparando.
Al conectar el comparador a cualquier dispositivo móvil, se abre una encuesta de alrededor de cinco mil preguntas que debemos rellenar cuidadosamente. Ya en la calle o en un lugar público, cuando aparece alguien que te atrae físicamente que también porte un comparador, pulsas un botón a la vez que señalas discretamente al objetivo como si cambiaras el canal de televisión con el mando a distancia. Inmediatamente aparecerá en el comparador de la persona que te gusta un número que refleja el porcentaje de coincidencias y tu fotografía para que pueda identificarte. ¡Qué tedioso debía ser antaño contactar con desconocidos, sin poder saber si aquel acercamiento podría conducir a algo o solo era una pérdida de tiempo!
La principal objeción que muchos hacen al comparador es que los polos opuestos se atraen. Todas esas sandeces del yin y el yang y demás tópicos sin fundamento. ¿De verdad alguien cree que su alma gemela es alguien totalmente diferente? Más bien tendemos a pensar que nuestro amor idealizado será muy parecido a como somos, con gustos y preferencias casi idénticos.
Si a la persona que nos gusta también le atraemos dará a un botón con forma de carita sonriente y nosotros también veremos el porcentaje de afinidad. Si por desgracia no somos de su agrado, hará como que no ha visto nada si el número es muy alto y la lógica dicta que deberíamos conocernos o nos devolverá el valor resultante si este es menor de lo normal para que constatemos que no habrá futuro posible entre los dos.
El sistema es perfecto, el número de separaciones se ha reducido entre individuos de más de treinta años. ¿Para qué se van a separar si a los dos les gusta lo mismo, quieren lo mismo y piensan igual? En los más jóvenes es una forma de ligar cómoda y apta incluso para los más tímidos.
La encuesta utiliza un sistema de puntos que valora más las preguntas de acuerdo a su importancia. Una de las más valoradas versa sobre el número de hijos deseado. Un ejemplo de puntuación intermedia se puede encontrar en: ‘Si solo pudieras volver a comer una de estas dos deliciosas comidas cuál sería: ¿pizza o hamburguesa?’ Las que menos porcentaje aportan son cuestiones como ‘¿Ves constantemente símbolos fálicos a tu alrededor?’ o ‘¿Prefieres que te peguen un tiro o te apuñalen? Supón heridas provocadas equivalentes.’ ¿Qué sería de nosotros sin Google Corporation?
El hecho de que el aluminio irisado no se vea afectado por el ácido holístico ha dado lugar a un intenso debate en el seno de la comunidad científica. Si hay un compuesto inmune al ácido, no debería llamarse holístico si no cuasi-holístico. De hecho en la prestigiosa Universidad de Berkeley ya se le conoce como AHA, por sus siglas en inglés Almost-Holistic Acid.
Como ya sucedió con el velcro o la cocaína, la primera aplicación del AHA fue militar. Si se enquistaba una intervención armada en Oriente Medio el único remedio no atómico, y por consiguiente aceptable para cumplir con los tratados internacionales, consistía en inundar el país con AHA gracias a una flota de aviones construidos con fuselaje de aluminio irisado. En un visto y no visto ni rastro del enemigo. El terreno yermo y vacío estaba listo para ser repartido en la conferencia de paz subsiguiente.
Todo marchaba bien hasta que la insidiosa y desalmada Google Corporation proveyó indumentarias antiAHA a los malvados ejércitos enemigos. El ácido holístico quedo relegado entonces a producto de limpieza. “Conservar en lugar fresco y seco alejado de fuertes olores. Mantener fuera del alcance de los niños. Ese producto es tóxico y corrosivo. No ingerir ni manipular sin la protección adecuada.”
Google Corporation no deja de sacar al mercado constantemente nuevos inventos y aplicaciones que generan beneficios tales que las acciones de la compañía llegaron a cotizarse a cientos de miles de dólares cada una antes de que los multimillonarios se quedaran con todas y la empresa saliera del parqué. El chisme más útil puesto a la venta, o por lo menos el que ha generado más beneficios, es el comparador de gustos y preferencias, llamado por todos simplemente ‘comparador’. El ingenio consiste en un reloj digital de pulsera que se vende en cientos de modelos diferentes. Además de las funciones de reloj, calendario, cronómetro, temporizador, barómetro, higrómetro, GPS, termómetro, tensiómetro y medidor de la frecuencia cardíaca, el comparador hace honor a su nombre comparando.
Al conectar el comparador a cualquier dispositivo móvil, se abre una encuesta de alrededor de cinco mil preguntas que debemos rellenar cuidadosamente. Ya en la calle o en un lugar público, cuando aparece alguien que te atrae físicamente que también porte un comparador, pulsas un botón a la vez que señalas discretamente al objetivo como si cambiaras el canal de televisión con el mando a distancia. Inmediatamente aparecerá en el comparador de la persona que te gusta un número que refleja el porcentaje de coincidencias y tu fotografía para que pueda identificarte. ¡Qué tedioso debía ser antaño contactar con desconocidos, sin poder saber si aquel acercamiento podría conducir a algo o solo era una pérdida de tiempo!
La principal objeción que muchos hacen al comparador es que los polos opuestos se atraen. Todas esas sandeces del yin y el yang y demás tópicos sin fundamento. ¿De verdad alguien cree que su alma gemela es alguien totalmente diferente? Más bien tendemos a pensar que nuestro amor idealizado será muy parecido a como somos, con gustos y preferencias casi idénticos.
Si a la persona que nos gusta también le atraemos dará a un botón con forma de carita sonriente y nosotros también veremos el porcentaje de afinidad. Si por desgracia no somos de su agrado, hará como que no ha visto nada si el número es muy alto y la lógica dicta que deberíamos conocernos o nos devolverá el valor resultante si este es menor de lo normal para que constatemos que no habrá futuro posible entre los dos.
El sistema es perfecto, el número de separaciones se ha reducido entre individuos de más de treinta años. ¿Para qué se van a separar si a los dos les gusta lo mismo, quieren lo mismo y piensan igual? En los más jóvenes es una forma de ligar cómoda y apta incluso para los más tímidos.
La encuesta utiliza un sistema de puntos que valora más las preguntas de acuerdo a su importancia. Una de las más valoradas versa sobre el número de hijos deseado. Un ejemplo de puntuación intermedia se puede encontrar en: ‘Si solo pudieras volver a comer una de estas dos deliciosas comidas cuál sería: ¿pizza o hamburguesa?’ Las que menos porcentaje aportan son cuestiones como ‘¿Ves constantemente símbolos fálicos a tu alrededor?’ o ‘¿Prefieres que te peguen un tiro o te apuñalen? Supón heridas provocadas equivalentes.’ ¿Qué sería de nosotros sin Google Corporation?