-Si hay alguien que conoce algún motivo para que esta celebración no tenga lugar, que hable ahora o que calle para siempre.- En aquellos breves segundos de silencio sepulcral, cientos de pensamientos se agolpaban en la cabeza de todos los presentes en el enlace de Lörna y Hökun.
Ingrid (cuñada de la novia)
Es increíble que con lo fea que es Lörna haya conseguido casarse, además de la edad que tiene, claro. Porque Lörna ya tiene bastante más de cuarenta, y por mucho que se haya retocado los años se le van notando. Y otra cosa, mi pobre hija Ethëla, con la ilusión que le hacía venir... Ya es desgracia que no haya podido porque tenga tanto trabajo acumulado. La culpa la tiene este gobierno tan laicista, que no permite que los wokianos libren los jueves. Aunque ahora que lo pienso, ¿Ethëla es wokiana? Mientras estuvo en nuestra casa siempre comió verduras salteadas y los jueves acudía al templo con nosotros, pero nunca le preguntamos si estaba woktizada. ¡Qué despiste! Ahora mismo saco el móvil disimuladamente y le escribo preguntándoselo.
Ihrën (hermano de la novia)
Yo canto a la mañana, mientras tomo café. Yo canto al mediodía, y al atardecer. Todo en la vida es como una canción, cantando tonterías se gana Eurovision. La la la la la la la la la la...
Sören (antigua pareja de la novia)
He pasado una mala racha con Alex, pero ya la estamos superando. Es cierto que discutimos mucho, porque ambos somos muy impulsivos, pero últimamente tenemos menos peleas. Creo que por fin me he enamorado y soy feliz. Si no fuera porque es mi hijo, le propondría que nos casáramos. A veces me despierto a mitad de la noche y me quedo mirándole dormir. Le quiero tanto… no me puedo imaginar la vida sin él.
Alëx (hijo, novio y compañero de piso de Sören)
Ya no puedo soportar más esta situación. Prácticamente todos los días estamos discutiendo. Bueno, la verdad es que estos días hemos discutido menos, pero es porque ya no me importa que Sören quiera siempre que hagamos lo que a él le gusta. He tomado la decisión de irme lejos. El otro día vi una vacante de becario en el Círculo y he enviado una solicitud. No creo que me contraten, pero necesito cambiar de aires y alejarme de una persona tan controladora. Lo peor de todo es que él no soporta las infidelidades, pero estoy convencido de que me engaña. El otro día volví a ver un vello rizado de color cobrizo entre las sábanas, y yo no conozco a nadie pelirrojo.
Nïta (hija de la novia)
Hoy es el día más feliz de la vida de mi madre. Me alegro tanto por ella y por Hökun… Encontrar el amor ha sido lo mejor que le ha podido pasar, sobre todo después de los sinsabores que ha tenido durante toda su vida. Ella no lo sabe, pero desde que tenía seis años he leído su diario. Por las noches lloraba con todas esas relaciones en las que ponía sus ganas e ilusión y luego acababan a las pocas semanas, siempre terminadas por sus compañeros, que ponían las mismas manidas excusas una y otra vez. Pero ahora no es momento de pensar en el pasado, debemos estar alegres porque no nos faltan motivos… Se les ve tan enamorados… Y a Ben y a mí también, claro. Estoy tan emocionada que no puedo dejar de llorar.
Ben (novio de Nïta)
Mírala, qué tonta es la pobre, llorando como una niña. ¡No sabe lo que le espera! En cuanto nos casemos, me tendrá que obedecer en todo lo que le diga, como cabeza de familia que seré. Además, le prohibiré eso de maquillarse como una puerta. Y esas faldas tan cortas que se pone y que dejan al desnudo sus muslos... ¡Cuándo sea mi mujer van a ir directamente a la basura!
Hökun (el novio)
El caso es que ahora que me caso con Lörna estoy empezando a notar que ya no me gusta tanto. Es una sensación muy rara, porque como hasta ahora siempre que me enamoré nunca había sido correspondido, no sabía qué sentiría al saberme querido. Ha sido darme cuenta de que Lörna me ama, y mis sentimientos por ella casi se han esfumado. ¿Por qué me caso entonces? Creo que para estar seguro de que me quiere, pero cuando tenga la certeza ya no me interesará en absoluto. Lo malo es que si no me caso nunca sabré si me quiere de verdad, y entonces seguiría dando vueltas a la posibilidad de que en el fondo no me quiera. Necesito saberlo.
Lörna (la novia)
Y todavía preguntan si hay alguna razón por la que la boda no debiera tener lugar. Estas últimas semanas me han escrito dos actrices al enterarse de que me casaba con Hökun. Ambas me daban la enhorabuena y decían alegrarse de que haya superado su enfermiza obsesión por mujeres famosas. ¿Acaso no soy yo una mujer famosa, que protagonicé tres películas de Krox Guilär? ¿Cómo he podido ser tan tonta como para no darme cuenta de que todo iba demasiado bien? Desde que nos conocimos, gracias a ese 100% en el comparador, tuve el presentimiento de que había gato encerrado. Podría haber cancelado la boda, pero desde pequeña quise casarme, y nada va a impedir que cumpla mi sueño. “Ya habrá tiempo para el divorcio” se dijo Lörna mientras pronunciaba emocionada los votos en los que le prometía su amor eterno.
Tras la copiosa comida, la hija de la novia hizo un sentido discurso que conmovió incluso a los camareros que servían el postre a los que todavía tenían sitio para un pedazo de la tarta nupcial. Antes de finalizar sus palabras, compartió la feliz noticia de su inminente matrimonio con el doctor que le trató su depresión. Además de la boda, que sería cristiana, Nïta habría de renegar el wokianismo para que el mismo día de su enlace pudiera bautizarse, tomar la primera comunión y confirmar su fe. Le esperaba un día ajetreado entre el agua, el pan, el vino, el aceite, el arroz,...
A Lörna hacía años que no le importaba nada de lo que hiciera su hija. Desde que la vio matar a todos esos hombres nunca la podría volver a querer como solo las madres pueden hacerlo. Para ella no era más que una criminal sin escrúpulos de ningún tipo. Por muchos años que pasaran, siempre tendría vivo el recuerdo de la vez en la que Nïta le puso literalmente los huevos de corbata a un pobre hombre sin nada mejor que hacer que mirarle el pecho con descaro a la joven y creativa asesina. La vida de su hija, que dio un giro de ciento ochenta grados tras asesinar a su primo, parecía haberse vuelto más serena. Ahora Lörna iba a tener un yerno médico, con la piel un poco oscura, pero médico al fin al cabo.
Llegó el baile, que inauguraron los recién casados. Poco a poco el resto de invitados fueron incorporándose a la pista. Hökun comenzó a mirar de soslayo a una actriz de reparto que compartió rodaje con Lörna. Su esposa se dio cuenta y aprovechando el estruendo del sintetizador del vals, le susurró al oído: -Sé que no eres más que un acosador. Dos de tus antiguas víctimas se pusieron en contacto conmigo. Esta noche podrás dormir en el sofá de la suite. Mañana comienza nuestra luna de miel. No vamos a cambiar los planes, pero no esperes de mí otra cosa que desprecio.
Aquellas palabras, susurradas a su oído, dejaron fascinado a Hökun. Lörna sabía su secreto inconfesable, y no le importaba seguir con él. Por otro lado, aunque siguieran juntos, su mujer decía que le despreciaba. El acosador no sabía qué pensar. De nuevo volvió a sentir ese oscuro sentimiento que le impelía a estar junto a Lörna, a la que agarró con fuerza de la cintura mientras ambos esbozaban una sonrisa forzada.
Un elefante se escapó de un zoo cercano al lugar de los festejos y huyendo de sus perseguidores se coló en la celebración de la boda de Hökun y Lörna. Los infortunados invitados que se cruzaron en su camino sucumbieron con la fuerza de sus trompazos y el ímpetu de sus pisadas. En la confusión, Lörna aprovechó para abofetear a su marido, pero Hökun logró sujetar el brazo de su mujer e inmovilizarla. Una vez sujeta, le dio un puñetazo dejándola inconsciente, se la cargó al hombro y salieron de allí mientras los asistentes más asustadizos recibían las embestidas de Dumbo.
Ingrid (cuñada de la novia)
Es increíble que con lo fea que es Lörna haya conseguido casarse, además de la edad que tiene, claro. Porque Lörna ya tiene bastante más de cuarenta, y por mucho que se haya retocado los años se le van notando. Y otra cosa, mi pobre hija Ethëla, con la ilusión que le hacía venir... Ya es desgracia que no haya podido porque tenga tanto trabajo acumulado. La culpa la tiene este gobierno tan laicista, que no permite que los wokianos libren los jueves. Aunque ahora que lo pienso, ¿Ethëla es wokiana? Mientras estuvo en nuestra casa siempre comió verduras salteadas y los jueves acudía al templo con nosotros, pero nunca le preguntamos si estaba woktizada. ¡Qué despiste! Ahora mismo saco el móvil disimuladamente y le escribo preguntándoselo.
Ihrën (hermano de la novia)
Yo canto a la mañana, mientras tomo café. Yo canto al mediodía, y al atardecer. Todo en la vida es como una canción, cantando tonterías se gana Eurovision. La la la la la la la la la la...
Sören (antigua pareja de la novia)
He pasado una mala racha con Alex, pero ya la estamos superando. Es cierto que discutimos mucho, porque ambos somos muy impulsivos, pero últimamente tenemos menos peleas. Creo que por fin me he enamorado y soy feliz. Si no fuera porque es mi hijo, le propondría que nos casáramos. A veces me despierto a mitad de la noche y me quedo mirándole dormir. Le quiero tanto… no me puedo imaginar la vida sin él.
Alëx (hijo, novio y compañero de piso de Sören)
Ya no puedo soportar más esta situación. Prácticamente todos los días estamos discutiendo. Bueno, la verdad es que estos días hemos discutido menos, pero es porque ya no me importa que Sören quiera siempre que hagamos lo que a él le gusta. He tomado la decisión de irme lejos. El otro día vi una vacante de becario en el Círculo y he enviado una solicitud. No creo que me contraten, pero necesito cambiar de aires y alejarme de una persona tan controladora. Lo peor de todo es que él no soporta las infidelidades, pero estoy convencido de que me engaña. El otro día volví a ver un vello rizado de color cobrizo entre las sábanas, y yo no conozco a nadie pelirrojo.
Nïta (hija de la novia)
Hoy es el día más feliz de la vida de mi madre. Me alegro tanto por ella y por Hökun… Encontrar el amor ha sido lo mejor que le ha podido pasar, sobre todo después de los sinsabores que ha tenido durante toda su vida. Ella no lo sabe, pero desde que tenía seis años he leído su diario. Por las noches lloraba con todas esas relaciones en las que ponía sus ganas e ilusión y luego acababan a las pocas semanas, siempre terminadas por sus compañeros, que ponían las mismas manidas excusas una y otra vez. Pero ahora no es momento de pensar en el pasado, debemos estar alegres porque no nos faltan motivos… Se les ve tan enamorados… Y a Ben y a mí también, claro. Estoy tan emocionada que no puedo dejar de llorar.
Ben (novio de Nïta)
Mírala, qué tonta es la pobre, llorando como una niña. ¡No sabe lo que le espera! En cuanto nos casemos, me tendrá que obedecer en todo lo que le diga, como cabeza de familia que seré. Además, le prohibiré eso de maquillarse como una puerta. Y esas faldas tan cortas que se pone y que dejan al desnudo sus muslos... ¡Cuándo sea mi mujer van a ir directamente a la basura!
Hökun (el novio)
El caso es que ahora que me caso con Lörna estoy empezando a notar que ya no me gusta tanto. Es una sensación muy rara, porque como hasta ahora siempre que me enamoré nunca había sido correspondido, no sabía qué sentiría al saberme querido. Ha sido darme cuenta de que Lörna me ama, y mis sentimientos por ella casi se han esfumado. ¿Por qué me caso entonces? Creo que para estar seguro de que me quiere, pero cuando tenga la certeza ya no me interesará en absoluto. Lo malo es que si no me caso nunca sabré si me quiere de verdad, y entonces seguiría dando vueltas a la posibilidad de que en el fondo no me quiera. Necesito saberlo.
Lörna (la novia)
Y todavía preguntan si hay alguna razón por la que la boda no debiera tener lugar. Estas últimas semanas me han escrito dos actrices al enterarse de que me casaba con Hökun. Ambas me daban la enhorabuena y decían alegrarse de que haya superado su enfermiza obsesión por mujeres famosas. ¿Acaso no soy yo una mujer famosa, que protagonicé tres películas de Krox Guilär? ¿Cómo he podido ser tan tonta como para no darme cuenta de que todo iba demasiado bien? Desde que nos conocimos, gracias a ese 100% en el comparador, tuve el presentimiento de que había gato encerrado. Podría haber cancelado la boda, pero desde pequeña quise casarme, y nada va a impedir que cumpla mi sueño. “Ya habrá tiempo para el divorcio” se dijo Lörna mientras pronunciaba emocionada los votos en los que le prometía su amor eterno.
Tras la copiosa comida, la hija de la novia hizo un sentido discurso que conmovió incluso a los camareros que servían el postre a los que todavía tenían sitio para un pedazo de la tarta nupcial. Antes de finalizar sus palabras, compartió la feliz noticia de su inminente matrimonio con el doctor que le trató su depresión. Además de la boda, que sería cristiana, Nïta habría de renegar el wokianismo para que el mismo día de su enlace pudiera bautizarse, tomar la primera comunión y confirmar su fe. Le esperaba un día ajetreado entre el agua, el pan, el vino, el aceite, el arroz,...
A Lörna hacía años que no le importaba nada de lo que hiciera su hija. Desde que la vio matar a todos esos hombres nunca la podría volver a querer como solo las madres pueden hacerlo. Para ella no era más que una criminal sin escrúpulos de ningún tipo. Por muchos años que pasaran, siempre tendría vivo el recuerdo de la vez en la que Nïta le puso literalmente los huevos de corbata a un pobre hombre sin nada mejor que hacer que mirarle el pecho con descaro a la joven y creativa asesina. La vida de su hija, que dio un giro de ciento ochenta grados tras asesinar a su primo, parecía haberse vuelto más serena. Ahora Lörna iba a tener un yerno médico, con la piel un poco oscura, pero médico al fin al cabo.
Llegó el baile, que inauguraron los recién casados. Poco a poco el resto de invitados fueron incorporándose a la pista. Hökun comenzó a mirar de soslayo a una actriz de reparto que compartió rodaje con Lörna. Su esposa se dio cuenta y aprovechando el estruendo del sintetizador del vals, le susurró al oído: -Sé que no eres más que un acosador. Dos de tus antiguas víctimas se pusieron en contacto conmigo. Esta noche podrás dormir en el sofá de la suite. Mañana comienza nuestra luna de miel. No vamos a cambiar los planes, pero no esperes de mí otra cosa que desprecio.
Aquellas palabras, susurradas a su oído, dejaron fascinado a Hökun. Lörna sabía su secreto inconfesable, y no le importaba seguir con él. Por otro lado, aunque siguieran juntos, su mujer decía que le despreciaba. El acosador no sabía qué pensar. De nuevo volvió a sentir ese oscuro sentimiento que le impelía a estar junto a Lörna, a la que agarró con fuerza de la cintura mientras ambos esbozaban una sonrisa forzada.
Un elefante se escapó de un zoo cercano al lugar de los festejos y huyendo de sus perseguidores se coló en la celebración de la boda de Hökun y Lörna. Los infortunados invitados que se cruzaron en su camino sucumbieron con la fuerza de sus trompazos y el ímpetu de sus pisadas. En la confusión, Lörna aprovechó para abofetear a su marido, pero Hökun logró sujetar el brazo de su mujer e inmovilizarla. Una vez sujeta, le dio un puñetazo dejándola inconsciente, se la cargó al hombro y salieron de allí mientras los asistentes más asustadizos recibían las embestidas de Dumbo.